Cada día te veo como centinela elevada,
me acompañas sedienta de brasa,
recorresmi sangre…
aquí y allá vas tocando mi piel con letras que salen del Alma,
el verso no contiene el llanto ni el latido incesante…
explotas a tropel con cada pensamiento o susurro aleteo,
vienes a mi memoria, mi vida y mis dolores,
cada verano encuentro el destierro tuyo…
y caprichosa sigues allí…
Aquí y allá nunca contuve los ríos clamorosos de mis días,
los surcos de mil historias y sigues presente…
entonces, te atrapo con el mar y el viento ,
el fuego, la flama y el torrente, la risa y el lamento ,
la fuga y el destierro, la muerte , y el te espero…
Te lanzo una Arenga sin dejarte una vez más… Poesía.
Karina Bielka Escobar.
Biografía