Tu piel es una playa blanca,
en dónde se acuestan las olas,
qué no se pueden sentir ni escuchar.
Y tu imagen es un refugio sagrado.
Y parece que el haberse es imposible.
En mi imaginación,
tu columna es una hilera de islas que me gusta tripular,
Pasear en la geografía llena de soles del trópico,
Pero soy sólo un náufrago
En una frecuencia llena de estática.
Y estaré retorciéndome en una carpeta,
Hasta que hagas limpieza.