y los untó con aceite de ciervo apuñalado
en medio de la noche.
Quién dice no importa más que esta palabra
que te mece de frío a trópico de pasión a muerte.
Quién dijo asomarse a la orilla del mundo, descubrir
quién dijo descubrir la piel caída de costado
la piel y carne viva al margen de todas las fronteras.
Quién dijo eso es el hombre, solo eso es el hombre.
Quién te tocó la boca y los dientes
para que aprietes la palabra y la rompas sobre la hoja.
Quién te sopló en el pecho y en los ojos
para que con eso te sea suficiente.
De “Los nombres de la herida