Ayer en la tarde olvidé tu nombre
y yo me quedé pensando en las intermitencias del mar. Y en tu boca la nostalgia sacaba a pecho abierto las cicatrices, de tus manos las cuentas cargadas de sal.
Ayer en la tarde olvidé tu nombre y las palabras rebosan con acento de pesos, de nostalgias que pasan. Y en tus ojos la lujuria de besos furtivos y de tu roca la mía, que quema, que pesa.
Ayer en la tarde olvidé tu nombre y la música que celebra mis sentimientos lustrosos y en tu pecho lo lindo, lo bello, lo hermoso y de tus pies los senderos que dejan huella, que separan caminos, que permanecen rocosos.
Biographia