La forma en que una piedra
ondula transparente sangre
disparando pedacitos de vida
en la fuente.
Antes del sopor
imaginé
que dentro de sí misma
la noche
debe tener casi tanto frío
como el árbol desvestido por el sereno.
Entonces la oración
condujo a nuevamente nombrar
lo amado.
Esta pronunciación de un nombre,
nombre-pájaro,
nombre impronunciable,
nombre que no pueden definir todas estas letras,
hizo su nido en un alma;
alma-árbol desnudo
alma-vela encendida
y sobreviviendo en la oscuridad.
Piedrecillas ondulando en la fuente:
La espera de cada estallido,
el modo en que me fue introducida mi propia fuente en el iris,
y la suma de todos de los estallidos en el insomnio
suma casi tanto
como el trigo caído de la espiga
y la inutilidad de pronunciar
nombre-pájaro.